10 elementos clave de un programa de educación basada en competencias
Hoy en día, un título universitario de cuatro años ya no tiene el mismo peso que antes. Las credenciales alternativas, como los bootcamps en línea y los micro-certificados, están transformando el panorama de la educación. Esto es especialmente relevante ahora que las trayectorias profesionales son menos lineales y dependen más de la capacidad de cada persona para desarrollar nuevas habilidades.
Para seguir siendo competitivas y atraer a más estudiantes, las instituciones de educación superior deben adaptar sus programas. Las carreras y certificaciones que ofreces deben enfocarse en ayudar a tus estudiantes a dominar las competencias que las empresas realmente valoran, convirtiéndolos en candidatos sobresalientes. Si aún no lo haces, es hora de que empieces a implementar un modelo de educación basada en competencias (CBE, por sus siglas en inglés).
Este modelo requiere que desarrolles un marco de competencias, que puede incluir resultados, comportamientos, habilidades u otros indicadores que los estudiantes deben alcanzar para demostrar dominio. Una vez definido este marco, puedes diseñar programas flexibles que respondan a las necesidades de los estudiantes y fomenten el desarrollo de sus habilidades. Es fundamental que estos programas permitan a los estudiantes demostrar lo que saben de distintas maneras.
Aunque los programas CBE pueden variar según el tipo de títulos o certificaciones que ofrezca tu institución y los estándares de acreditación nacionales o estatales que debas cumplir, en general, incluyen estos 10 componentes clave:
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1) Competencias claramente definidas
Un programa educativo basado en competencias requiere que tanto los estudiantes como los instructores tengan una comprensión clara de las habilidades que los estudiantes deben dominar y cómo se espera que las demuestren. Estas competencias deben desglosarse en sub-competencias u objetivos de aprendizaje más pequeños, que se desarrollan progresivamente a lo largo del programa.
Además, los estudiantes deben tener una visión clara de cómo cada competencia se vincula con los estándares del sector profesional en el que desean trabajar y cómo puede aplicarse a situaciones reales. Esto no solo aporta claridad al proceso de aprendizaje, sino que también permite que los estudiantes comprendan el valor práctico de lo que están aprendiendo.
2) Rutas de aprendizaje personalizadas
A diferencia de los programas tradicionales, que tienen fechas de inicio y finalización preestablecidas, los modelos CBE permiten que cada estudiante avance a su propio ritmo, siguiendo una ruta de aprendizaje personalizada. Esto significa que pueden avanzar rápidamente en los temas que ya dominan, y dedicar más tiempo a aquellas áreas que requieren mayor desarrollo.
Estas rutas personalizadas se construyen en función de los conocimientos previos, habilidades adquiridas, necesidades individuales y adaptaciones específicas de cada estudiante. Así, los programas pueden ajustarse para ayudar a cada persona a desarrollar las competencias requeridas de manera efectiva y a su propio ritmo.
3) Evaluaciones
En los modelos tradicionales de educación superior, los estudiantes suelen ser evaluados una o dos veces durante el semestre mediante exámenes que determinan su calificación final. Si alcanzan la nota mínima, pueden avanzar al siguiente curso. En contraste, en los programas CBE, las evaluaciones son más frecuentes y adoptan múltiples formatos, tales como:
- Exámenes o ensayos
- Proyectos o portafolios
- Aplicaciones prácticas de habilidades recién adquiridas
El objetivo de estas evaluaciones es verificar que el estudiante ha desarrollado una habilidad específica. La variedad y frecuencia de estas pruebas ayudan a los instructores a asegurar que los estudiantes han realmente alcanzado las competencias, en lugar de simplemente memorizar información para un examen final que podrían olvidar con el tiempo.
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4) Retroalimentación y apoyo frecuentes
Además de evaluaciones constantes, los programas CBE requieren que los instructores ofrezcan retroalimentación oportuna y apoyo continuo a los estudiantes. Esta retroalimentación debe ser específica y constructiva. Comentarios genéricos como “¡Buen trabajo!” no son útiles, ya que no explican qué se hizo bien.
El rol del instructor es destacar lo que se ha hecho correctamente y por qué está bien, así como identificar áreas de mejora y ofrecer sugerencias claras sobre cómo corregir errores. Este acompañamiento constante permite que los estudiantes fortalezcan sus habilidades a lo largo del proceso de aprendizaje, y no solo al final.
5) Entornos de aprendizaje flexibles
Los programas basados en competencias son flexibles tanto en el recorrido de aprendizaje como en la manera en que se imparte la instrucción. Es fundamental que el entorno de aprendizaje se adapte al ritmo y a la realidad de los estudiantes. Para lograrlo, se pueden ofrecer programas híbridos o combinados, que integran elementos presenciales y virtuales. También es posible incluir cursos completamente asincrónicos, que permiten al estudiante completar tareas y avanzar en sus estudios cuando les resulte más conveniente.
El acceso a los materiales del curso debe estar alineado con sus rutinas y necesidades diarias. De esta forma, el aprendizaje se vuelve más accesible, sostenible y realista.
6) Reconocimiento del aprendizaje previo
Una de las grandes ventajas del modelo CBE es que permite que los estudiantes avancen más rápido al reconocer conocimientos y habilidades previamente adquiridos. Cada persona llega a un programa académico con una trayectoria distinta, ya sea por estudios previos, experiencia laboral, servicio militar u otras formas de aprendizaje.
Este modelo permite que esas experiencias sean evaluadas y aceptadas como prueba válida de competencias ya desarrolladas. Además, el estudiante puede presentar evaluaciones al inicio del programa para demostrar lo que ya sabe. Si obtiene buenos resultados, puede saltarse ciertos módulos o contenidos y concentrarse en nuevas habilidades que aún debe aprender.
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7) Interacción entre instructores y compañeros
En los modelos CBE, los instructores desempeñan el rol de facilitadores que acompañan al estudiante en todo el proceso formativo. Esto marca una diferencia con los métodos tradicionales, en los que el docente transmite información y el estudiante escucha.
Como facilitadores, los instructores no solo proporcionan evaluaciones y retroalimentación, sino que también fomentan la colaboración entre pares, el intercambio de conocimientos y la creación de una comunidad de práctica en la que cada estudiante se sienta cómodo desarrollando nuevas habilidades. El aprendizaje es más significativo cuando se construye en conjunto.
8) Decisiones basadas en datos
Dado que el aprendizaje en CBE es personalizado y autogestionado, el análisis de datos se vuelve fundamental. A medida que los estudiantes avanzan, los instructores y administradores del programa pueden recopilar información que les permita:
- Monitorear el progreso individual
- Detectar patrones y posibles fallos en los materiales
- Identificar estudiantes que están teniendo dificultades
- Implementar intervenciones a tiempo para apoyarlos
El uso de datos permite tomar decisiones informadas y mejorar continuamente la calidad del programa.
9) Integración tecnológica
Para ofrecer aprendizaje personalizado y hacer un seguimiento efectivo del progreso, se necesitan plataformas tecnológicas sólidas, como un sistema de gestión del aprendizaje (LMS). Un LMS robusto no solo aloja los contenidos, sino que también puede inscribir automáticamente a los estudiantes en nuevos cursos cuando demuestran dominio de ciertas habilidades.
Si el LMS cuenta con funciones integradas de análisis y generación de reportes, se convierte en una herramienta poderosa tanto para docentes como para administradores, quienes pueden tomar decisiones informadas para mejorar la experiencia y los resultados del aprendizaje.
10) Rutas claras hacia certificaciones
Todo estudiante que complete un programa basado en competencias debe obtener una credencial reconocida —ya sea un título, diploma o certificación oficial— que valide el dominio de las habilidades y competencias establecidas por el programa.
Estas credenciales deben ser reconocidas por empleadores y otros profesionales, como evidencia de que el estudiante posee habilidades relevantes y valiosas para el mercado laboral.
Implementa tu modelo CBE con una plataforma LMS robusta
Las decisiones tecnológicas que tomes dependerán de:
- Los objetivos institucionales, y
- La forma en que quieres que los estudiantes demuestren sus habilidades
La mejor opción para implementar un modelo CBE exitoso es elegir una plataforma digital altamente configurable, que permita diseñar experiencias de aprendizaje flexibles. Open LMS es una de esas plataformas, ya que admite múltiples tipos de evaluación y formatos de entrega de contenido, brindando a los estudiantes diversas rutas para alcanzar el éxito.
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